Prepárate para la prueba (Si 2, 1-13)

Para mi ésta es una de las lecturas más hermosas de la Biblia. Puede ser que su aparición en momentos claves en mi vida, ante decisiones importantes, sea parte de la causa de que me guste tanto. Es una lectura para saborear, palabra a palabra. Saboréala. Te lo recomiendo. Degústala. Es reconfortante, esperanzadora, curativa, sanadora, refrescante.

 Sus palabras cargadas de realismo nos incomodan, al menos a mi… No nos gustan «las pruebas». No nos gustan «las vacas flacas». No me gusta sufrir. El Señor, hoy, nos lo deja claro: prepárate. La prueba siempre llega, antes o después. La prueba es inherente al caminar. No hay camino sin dificultad. No hay búsqueda sin desánimo. Yo no entiendo aquí que sea Dios quien me lanza la prueba, quien viene a auditarme como seguidor suyo, quien quiere probar mi fe. Estoy convencido de que de lo que el Padre me avisa hoy es de que, en el mundo (el de antes y el de ahora), seguirle a Él tiene sus consecuencias, la propia vida sin más trae sus acontecimientos…

Hay veces que la prueba viene en forma de fracaso personal, de miedo paralizante, de oscuridad vital, de pesimismo crónico, de melancolía insana, de impaciencia, de dolor físico, de soledad… La prueba es siempre personal y, posiblemente, sólo la identifica como prueba aquel que la sufre. Por eso cada uno tiene que prepararse, sabiendo que esto va a suceder: mantener el corazón firme, ser valiente pese a mis miedos… seguir aquello que el corazón me dicta, ir allí donde el alma me grita. Estar en sintonía con el Padre, cerca de Él, en contacto total… Corazón, Padre… Corazón, Padre… Estas son las dos palabras claves para prepararse ante la prueba.

Y aún así, ¡qué difícil! Ayúdame Señor… que la prueba es dura y yo débil y pobre… ¡En tus manos me encomiendo!

Un abrazo fraterno 

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1 comentario
  1. María Joaquina
    María Joaquina Dice:

    HOLA,
    No sabes cuanto me a ayudado esta Lectura en mi vida…
    siempre que la leo me aterriza y me hace ver todo lo que me Ama el Señor, que a pesar de los problemas siempre se encuentra a mi lado, es por eso que no lo debo dejar…
    Cada día de mi vida el Señor me demuestra todo lo que me Ama.

    Me acuerdo que una vez misionando, me tocó conocer a una Sra. llamada Mariela, ella es ciega y me contó las infinidades que cosas malas que le habian pasado en su vida, y a pesar de todo Amaba con tanto fervor al Señor, que nos impresionó hasta las lagrimas junto a mi compañera de misión, lo unico que le daba tristeza era que al no poder ver, no podía leer la Biblia, es entonces cuando yo tomo mi Biblia y me acordé inmediatamente de este texto, la tomo y empiezo a leerla, la Sra Mariana se pone a llorar, y me decía que era lo más hermoso que habia escuchado. Yo totalmente conmovida no sabia que decirle, pero en ese momento me di cuenta que no era necesario, que ya estaba todo dicho, el mismo Señor habia hablado y nos habia regalado ese tan hermoso momento.

    Que admirable como la Sra. Mariana amaba tanto escuchar la Sagrada Escritura y cómo nosotros que la tenemos día a día no la aprovechamos, teniendo ahi todas nuestras respuestas.

    Se despide fraternalmente en Cristo…
    María Joaquina Rocuant Rodríguez
    http://www.mjrocuant.blogspot.com/

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