¿Puedo atarle las manos a Dios? (Mc 6, 1-6)
Claro que puedo atarle las manos a Dios. Lee el Evangelio de hoy. Allí, en Nazaret, nada pudo hacer. NADA ES NADA. ¿Por qué? Porque Jesús no va por el mundo hacia truquitos, espectáculos a lo Mago Pop. Jesús necesita de nosotros, de nuestra fe, de que queramos seguirle y estar con Él.
Nada puede hacer Dios en tu vida si tú no abres tus propias puertas y ventanas… Dios nunca se saltará tu libertad. Tremendo.
Un abrazo fraterno – @scasanovam
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