Se alegrará vuestro corazón (Juan 16,20-23a)
¡Qué lectura! ¡Qué palabras de Jesús! Directas al corazón. Directas a las aspiraciones más hondas de mi persona, de muchas personas.
Se pone en evidencia que no todo el mundo pone a Dios en medio. El mundo, cada vez más, se aparta de Dios y vive «alegre». Los que seguimos a Jesús sabemos, al menos yo, que cuando se pierde la alegría vital es porque algo se ha interpuesto entre Jesús y uno. Cuando el corazón cruje desfallecido lo mejor es buscar la mirada de Jesús y descansar en Él. Su promesa es clara: SE ALEGRARÁ VUESTRO CORAZÓN. NADIE OS QUITARÁ YA VUESTRA ALEGRÍA. NADIE.
Ayer fue un día de una intensidad tremenda. Estoy viviendo y exprimiéndome hasta el no poder más pero, aunque desfallecido y cansado a veces, me siento vivo. Vivo días de feroz batalla, de mano tendida, de amor que todo lo ocupa… Y me esperan días de igual o mayor intensidad. No hay tregua. Comprometiendo la vida minuto a minuto. Al amparo de una vela que me recuerda la presencia que nunca desaparece.
Hoy visto la armadura de la fe. Empuño la espada de la verdad. Me protejo con el escudo de la confianza. Y pongo todo mi ejército, todo lo que soy, al servicio del Rey. La victoria es segura.
Un abrazo fraterno
Bravo, simplemente bravo. Caminando, scalando; siempre bajo Su mirada.
Un abrazo