Se tala y se echa al fuego (Mateo 7, 15-20)
Es algo que a veces olvidamos: que no estamos aquí de paso, que no sirve con ir tirando, que no vale adoptar una actitud por defecto, que no es suficiente con cumplir los mandatos y NO hacer no sé cuántas cosas… Hay que dar frutos. ¿Sino para qué?
El Señor nos ha creado con una misión concreta. cada uno tenemos una porción de creación y de Reino asignada para construirla y llevarla adelante. Lo que dejemos de hacer quedará sin hacer. Lo que quede sin construirá, nadie lo construirá. Somos imprescindibles en el proyecto del Padre y URGE conocer nuestros dones y conocer a qué estamos llamados, qué nos pide Dios, qué podemos dar a los demás…
Porque los árboles que no dan fruto se talan y se echan al fuego, por muy duro que suena, por muy radical.
Con paciencia, con tranquilidady asumiendo los momentos de oscuridad. Oración y escuchar para descubrir y luego valentía y determinación para llevar a cabo lo escuchado. No hay otro camino. Cristo es el Camino.
Un abrazo fraterno
Gracias. Qué importante es, también, sentirse acompañado/a…