Seguridades (Mt 8,18-22)
Seguridades las justas. La respuesta de Jesús ante los que quieren seguirle, manteniendo sus seguridades, es contundente.
Seguir a Jesús obliga a asumir riesgos. Esto va de amor y quien ama, arriesga.
Lejos de los romanticismos más dañinos, de los colores rosas, de los nenúfares, los violines y las mariposas en el estómago, amar implica salir, abrir las puertas de lo sagrado, exponer lo mejor de uno, apostar por un camino poco transitado.
¿Seguridades? Sólo Jesús.
Un abrazo fraterno – @scasanovam
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