Si Dios está a nuestro favor… (Romanos 8, 31b-39)
Como a las 7 de la tarde recibía una llamada que le daba una muy buena noticia. Ella se lo merece.
Y no puedo dejar de interpretar lo sucedido en clave de Dios porque vivo convencido de que Dios juega a nuestro favor. No bajan sus ángeles del cielo a sacarnos las castañas del fuego ni nos ahorra los sufrimientos que la vida nos depara. Pero sí juega a nuestro favor. Él siempre cumple su promesa: «Buscad el Reino y lo demás se os dará por añadidura».
Y entonces ¿qué tememos? ¿A quién tememos? Respiremos hondo, escuchemos a la voz del Espíritu hablando a través de nuestras intuiciones, de nuestras sensaciones, de nuestras emociones, de nuestro ser profundo… y adelante.
Un abrazo fraterno
Yo he llegado a dudar de ello, he llegado a creer que se reia de mi, de nosotros, que eramos como una granja de hormigas de un niño pequeño: les da un habitat, recursos necesarios, y se limita a observar como se las apañan.
Incluso dudo si aun pienso a si, por que el camino hasta el reino, es largo, duro y tortuoso, y cuando las ampollas ya no te dejan andar, crees nunca llegarás al final, que solo hay camino.
Pero de vez en cuando, y solo de vez en cuando ,aparece una posada donde descansar y recobrar fuerzas para seguir el camino, y entonces piensas: ¿Quien si no, la ha puesto ahí?, ¿Porqué es siempre justo cuando estas al borde de las fuerzas, es cuando aparece un rallito de luz por pequeño que sea?
Pues por que igual, no se limita a mirar… por que a lo mejor en su plan cabe nuestra felicidad. y ¿Por que nos preocupamos entonces?
Por que ¿Acaso alguien sabe si lo que tu crees que es felicidad, es justo lo que está en sus planes?
Gracias Santi, por este rincón!