Siervo de… llamado por… escogido para… (Rm 1, 1-7)
Llevo varios días sin gozar de mi rato de oración diario personal. Un viaje, un encuentro, un bautizo… poco tiempo, mucho cansancio… Hoy vuelvo a ello en el mejor entorno posible: en comunidad. Me encuentro con unas lecturas que no me dicen demasiado pero que me dejan una frase para completar. Tal vez algo que todos deberíamos saber completar y es la presentación que hace Pablo de sí mismo en la carta a los Romanos.
Su presentación me invita a crear la mia propia. Me invita a ser claro y conciso en estos términos. Me invitar a descubrir qué vientos manejan mi vida, qué razones me impulsan y que misión tengo encomendada. Esto se va respondiendo poco a poco y, tal vez, sea una excesiva pretensión encontrar una fórmula concisa que englobe todo aquello que descubro cada día y que ya descubrí en su momento pero… me gustaría darle una vuelta e intentarlo.
Siervo de… llamdo por… escogido para…
Un abrazo fraterno
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