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Adviento 2013 – #Microrrelato día 8

Delante del Sagrario, postrado de rodillas, te escuché. Sólo yo. Nadie de los que oraban a mi alrededor eran conscientes de que mi vida se estaba jugando en aquel mismo instante…

Miré al frente y, casi temblando, asentí. Me lo pedías tú y yo no fui capaz de decirte que no. Confiado, me aferré a tu promesa.

Todo se llenó de Paz. Me di y lo recibí todo a cambio.

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Adviento 2013 – #Microrrelato día 6

– Antes pensaba que no era tan incómodo esto de llevar gafas pero, desde que me he operado la miopía, me ha cambiado la vida.

– ¿Es para tanto? ¿Vale tanto la pena?

– Vale la pena. Desaparece el miedo. Reconoces rostros. Contemplas la belleza de verdad. Lo que puedes hacer, se multiplica. Es como cuando se acaba el invierno y comienza la primavera…

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Adviento 2013 – #Microrrelato día 5

– Bueno… el mundo que nos ha tocado vivir es como es. Jesús nos pide muchas cosas pero luego hay que adaptarlas a la sociedad actual…

– Pero los pobres siguen siendo pobres y Dios sigue siendo Dios y dar la vida sigue significando lo mismo…

Terminó la conversación y me fui a casa inquieto. En realidad, había una voz, ahí adentro, que me decía que no… que no me la estaba jugando. Yo era una persona religiosa, piadosa, orante… pero con una vida a mi medida. Ese pensamiento me abrasó. Saqué el iPhone y mandé un whatsapp al grupo. Necesitaba que alguien me entretuviera…

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Adviento 2013 – #Microrrelato día 4

Una mantelería centenaria y cuidada, hecha a mano con lino finísimo e hilos de oro. Una cristalería de sencilla forma y de brillo envidiable. Luz por todas partes. Luz y más luz. De fondo, música. Una gran orquesta, interpretando las apasionadas piezas de Giuseppe Verdi, en la terraza, rodeada de gente.

Invitados, muchísimos invitados. Gente por doquier, todos sonriendo. Camareros elegantes e impolutos sirviendo canapés y entrantes deliciosos…

Papá observaba la escena con satisfacción. Toda la vida había deseado juntarnos a todos alrededor de una gran mesa. Todas las penurias, todo el sufrimiento, todas las dificultades… habían valido la pena. Su silencio lo decía todo. Con su silencio, nos amaba a todos.

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Adviento 2013 – #Microrrelato día 3

La rueda de prensa estaba convocada para las 18:00 h. Nadie sabía qué iba a pasar. Hacía tiempo que se esperaba la comparecencia pero todo se había precipitado en las última horas y el anuncio nos sorprendió a la mayoría. Acabé de vestirme, cogí mi iPad, llamé a la redacción para conocer las últimas instrucciones y salí de casa dispuesto a que fuera el día más importante de mi vida como periodista. Mi cabeza bullía imaginando mi nombre en los artículos de portada… el éxito estaba a la vuelta de la esquina.

Llegué al sitio y empecé a ponerme nervioso. Debía haber un error. Aquello era un centro de Cáritas. No podía ser allí. No hacían más que entrar parados, mendigos, niños, huérfanos, maltratadas… Tenía que haber un error. Llamé a redacción y me confirmaron que todos los medios estaban igual. Parece que había sido un bulo. Bajé mi cabeza, enrabietado. De fondo, desde el interior del local, se oyeron gritos de júbilo. Me sentí fuera de lugar y decidí volver a casa. La gran noticia debía esperar…

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Adviento 2013 – #Microrrelato día 2

Sé que no todo va como debiera ir pero me he acostumbrado a mi enfermedad. Lo peor es que estoy convencido de que ya no hay marcha atrás. No hay curación posible.

Sufro viendo cómo te dejas la vida por una recuperación improbable. Me desconcierta tu fortaleza. ¡Tú! ¡El débil, el pobre, el que no comía, el blancucho! Nadie daba un duro por ti y ahí estás… sin resignarte a la muerte, dando la vida por vivir.

Quiero tu fe. Yo también quiero creer.

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Adviento 2013 – #Microrrelato día 1

Era todavía de noche pero se vislumbraban las primeras luces del amanecer. Mañana gélida, escarcha en el corazón.

– No sé qué ponerme hoy… – musité frente al vestidor.

La misma decisión a tomar un día tras otro. Terrible. Cada día, un comienzo. Cada mañana, novedad. ¿No servía ponerse lo mismo de ayer? No servía. Toda decisión, por muy pequeña que sea… necesita ser renovada, retomada, reafirmada… El vestir, no iba a ser menos. Y había tanto donde elegir…

– Vístete de Cristo Jesús – me dijiste envuelta en las sábanas, desde la cama.

– No tengo nada de él… – respondí desconcertado.

– Seguro que sí. Creo haber planchado algo suyo no hace mucho. Busca bien. Igual lo has metido debajo de otras cosas, o al fondo de algún armario. Tienes tanto… ¡Vete tú a saber dónde lo has metido!

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El Señor es mi luz (Salmo 26)

NativityEl Adviento puede durar meses, años… ¡la vida entera! Porque yo creo que al final, la experiencia de Adviento debe servir para asumir que se me da un Salvador, que un Salvador nos ha nacido. La experiencia de Adviento, al final, es la experiencia de la Luz.

Miro el nacimiento que pusimos ayer en casa y descubro oscuridad en muchos rincones. Descubro pobreza, frío, desamparo. Igual que en el mundo de hoy, repleto de malas noticias, donde cada vez hay más pobres, donde los pobres lo son cada vez más. Un mundo en el que tantos tienen la experiencia desoladora de vivir solos, abandonados… Un mundo donde la desesperanza campa a sus anchas. Un mundo oscuro, sin salida para muchos. Un mundo donde personas concretas sufren, y mucho.

Es en esta situación donde el anuncio del ángel y de la estrella debe despertar nuestros sentidos, nuestra voluntad, nuestra esperanza. Sólo hay un foco de luz en todo el nacimiento, en todo el mundo. Sólo hay un foco y es Jesús. Cuando vivimos desde aquí, nada es ya igual.

Un abrazo fraterno

De Oriente y Occidente (Mateo 8, 5-11)

Hoy el Evangelio nos presenta a una persona «de los de fuera», «de los del otro lado», «de los que están al servicio de otros»… Una persona rechazada, apestada, despreciada, incluso odiada, por los judíos. Una persona alejada de Dios según sus criterios, según sus normas, según su doctrina, según su juicio…

passportcolaflickrContemplemos en este Adviento esta escena. Es muy dura, más de lo que me puede parecer en un principio. Pongamos nombres concretos de mi realidad actual a ese centurión romano. Voy a ponerlos. Porque en mi vida los tengo. Esos a los que considero «menos cerca de Dios que yo». Esos a los que considero «faltos de fe». Esos a los que considero «equivocados, pecadores, sacrílegos, provocadores, viciosos, asesinos, esclavos de otros dioses, al servicio de estructuras…»

Al final, vendrán de todas partes, serán muchos los elegidos los que subirán al monte del Señor, como dice la primera lectura. Los criterios de Dios no son criterios humanos. Ojito. ¡Alerta! Jesús acoge el reconocimiento de un hombre pagano, sin fe. Lo acoge admirado. Y el milagro se produce. Nada importa lo pasado sino la vida nueva de ese centurión convertido, capaz de reconocer en Jesús a Aquel que todo lo gobierna.

Ojito Israel. Ojito.

Un abrazo fraterno

Oración de Adviento para rezar en familia – Semana I

ADVIENTO SAN JOSE COLORSeñor Jesús,

gracias por este tiempo nuevo de Adviento.

Estamos juntos, en familia,

porque la espera acompañada

es más alegre y bonita.

Cuando estamos solos

nos sentimos mal y echamos de menos el cariño y la fuerza de los demás.

Hemos preparado esta Corona de Adviento

para que nos ayude a preparar la Navidad.

La luz de cada vela nos recuerda

que Tú eres la Luz principal,

que cuando no nos acordamos de ti,

ni te hablamos, ni vamos a misa, ni rezamos…

vivimos un poquito más a oscuras:

Las cosas no nos salen tan bien,

no somos capaces de ver a los demás,

ni lo bueno que vive en nosotros.

Te pedimos que bendigas esta luz que encendemos

y que bendigas a nuestra familia.

Ojalá tu llegada traiga a nuestra casa y a todas las casas del mundo,

MÁS PAZ, MÁS JUSTICIA Y MÁS AMOR.