Hoy la Palabra me habla desde la comunidad y para la comunidad y, en concreto, desde Betania y para Betania, que es mi comunidad concreta de fe donde vivo la fraternidad, donde celebro la vida y donde me parto y me comparto con mis hermanos. La Palabra me gusta porque habla de unidad y de diversidad. ¡Qué bueno!
«Un solo cuerpo y un solo Espíritu…» Así debe sentir la gente a Betania. La fraternidad debe palparse y sentirse de puertas para afuera. Debe ser real y no forzada. Una manera de entender las cosas. Una comunión sorprendente cuando aparecen nubes. Teniendo claro lo mismo. Siendo firmes y fieles en lo mismo. Edificando Reino al unísono.
«unos apóstoles, otros profetas, otros evangelizadores, otros pastores y maestros»… Cada miembro de la comunidad debe SER y siendo hacer que la comunidad SEA. Cada miembro debe crecer, descubrir sus dones y su vocación, profundizar en ellos e ir tomando opciones personales que, siendo personales y siendo opciones para SER, fortalecen la comunidad, cuya misión principal es propiciar que cada miembro construya Reino desde su SER. Cada uno debe descubrir para qué ha sido llamado y qué aporta a la comunidad y, por extensión, al mundo. SIENDO nunca estará fallando, nunca estará dejando de hacer aquello por lo que ha sido creado.
Un abrazo fraterno