Yo me imaginaba… (2Re 5, 1-15a)
A mi eso me pasa muchas veces. Vivo por adelantado muchas cosas y me hago unas expectativas e ilusiones que, a veces, después no se cumplen. Recuerdo cuando era más pequeño e iba al cole y mi madre me decía por la mañana que iba a haber macarrones para comer. Me pasaba toda la mañana en clase soñando con esos macarrones que me iba a comer y, claro… ¡pobre de mi madre como se le ocurriera cambiar la comida ya que entrar en casa y no recibir el olor adecuado era para mi dramático y me estropeaba las siguientes horas de mi día!
He crecido bastante en este aspecto. No porque haya dejado de adelantar situaciones sino porque, al menos, cuando las cosas no salen cuando esperaba no se me estropea el día. ¡Ya es bastante!
Un abrazo fraterno