No te comportes como un chiquillo (Mt 24,42-51)
Sigue habiendo personas que se comportan como chiquillos ante Dios. Y, es verdad, hay que hacerse como niños para entrar en el Reino de los Cielos pero, en este caso, esto va de otra cosa.
Jugar al escondite, a hacer como si, al engaño, a portarme bien para que me vean, a… ¡eso es de chiquillos! Es como estos jóvenes que se crean varias cuentas de Instagram o de otra red… una para que la vea todo el mundo y otra sólo para los íntimos. En la primera dan su mejor imagen y en la segunda, sienten, que pueden decir y subir lo que quieran, porque nadie les ve. Y la pregunta es ¿por qué?
Jesús no te llama a la conversión porque Él lo necesite. Te llama a la conversión porque tú lo necesitas. Jesús sabe que está en juego tu felicidad y no la suya. Así que deja de posturear y vive en verdad. Si hay cosas que mejorar, ponte delante del Señor, muéstrale lo que hay y pídele que te ayude. Pero no hagas ver que eres don perfecto o doña perfecta… a ver si le engañas.
Un abrazo fraterno – @scasanovam