Te doy lo que tengo (Hc 3, 1-10)
«No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo» le dijo Pedro a aquel lisiado que pedía limosna. Realmente clarificador. Cada uno de nosotros está llamado a construir el Reino pero cada uno lo debe hacer desde lo que es. No todos somos lo mismo ni tenemos lo mismo ni podemos, por tanto, dar lo mismo. Lo que es claro es que no puede haber excusa para no hacer nada.
¿Qué tengo yo Padre? ¿Qué puedo ofrecer a esos lisiados que me encuentro en el camino? ¿Tiempo? ¿Alegría? ¿Atención? ¿Conocimientos? Estoy pasando una etapa de redefinición en este aspecto. Abriendo nuevas puertas y estando dispuesto a dar nuevas cosas. Ojalá que esto sirva para animar a muchos, curar a muchos, dar la paz de Cristo a muchos.
Un abrazo fraterno