¿Quién dice la gente que soy yo? (Lc 9, 18-22)
No creo que Jesús estuviera muy preocupado por lo que los demás pensaran de Él. Si eso le quitara el sueño no habría hecho muchas de las cosas que, a la postre, le llevaron a la cruz. Pero sí es una pregunta que hoy me la planteo para mi de ese modo: ¿Quién dirá la gente que soy yo? ¿Qué dirá la gente de mi? ¿Qué opinan los que me conocen? ¿Y los que no me conocen en profundidad sino sólo un poquito?
Tal vez la pregunta interesante sería más bien: ¿Qué imagen doy a los demás de mi mismo? ¿Cómo me muestro? ¿Es una imagen completamente real?
Siempre me consideré muy verdadero pero después de mi experiencia con el Enneagrama he descubierto que también tengo máscaras, que las uso y que algunas están muy arraigadas. Es por eso que, hoy por hoy, creo que aquello que la gente percibe de mi no acabo de ser yo realmente… y fundamentalmente es porque yo así decido mostrarme… Digno de seguir siendo profundizado, sin duda…
Un abrazo fraterno