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#Narraluz 41

narraluz 41
Nos encontramos al final del camino, casi llegando ya. Ambos ancianos, débiles, gastados, con poco que ofrecer por lo mucho que habíamos dado ya. Pero nos encontramos y hemos descubierto en el otro el mejor de los compañeros para este tramo definitivo.

Muchos dicen que lo nuestro no es amor… y les comprendo. Es tan fácil opinar de todo cuando uno se siente fuerte, con ganas, con todo por delante… No voy a ser yo quién les discuta. Sólo sé que me levanto feliz a su lado, contento de poder hacerle la vida más luminosa, de acompañar con mi flaqueza, la suya, de planear llegar al paraíso de la mano de alguien.

 

#Narraluz 40

40

– No soporto la calurosa madurez de agosto.

– ¿No será que te estás haciendo mayor?

– ¿Mayor? ¿Yo? Yo seré siempre joven…

– Presiento que el verano se te va a hacer muuuuuuuy largo…

#Narraluz 39

narraluz 39

Cuando S. Pedro me abrió las puertas ya era tarde. Aunque en el cielo no existe el tiempo, tuve la sensación de que me estaban esperando.

Detrás de aquellas puertas estrechas se abrió ante mi una avenida de anchura desmesurada, fácil de recorrer. Era una avenida recta, sobria pero alegre en sus detalles, llena de flores, jardines y enmarcada por largas hileras de viviendas, cada una de un color y comunicadas unas con otras. Daba la sensación de ser una gran y única casa en la que todos los habitantes compartían lo que les quedaba de vida eterna.

De pronto, una música empezó a sonar y decenas, ¡cientos!, ¡miles! de niños empezaron a salir de las casas. Cada uno llevaba una camiseta del mismo color que la vivienda de donde salían y cada camiseta llevaba el que, presupuse, era su nombre. Distinguí a Ignacio, a la pequeña santa de Lisieux, al espigado Calasanz, a Karol… Luego reconocí a un grupo en el que me pude reconocer también a mi… ¡mi padre! ¡mamá! ¡abuelos! Vi a Francisco con sus animales, a Teresa, a Pablito de Tarso, a Isidro vestido de chulapo…

El cielo era, sin duda, mejor de lo que me había imaginado. Una sinfonía de colores. Un patio de juegos. Una ciudad eterna habitada por los niños que un día fuimos.

 

#Narraluz 38

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Silencio y gritos.

Una hoguera rodeada de nieve. Una noche amaneciendo.

Miles de estrellas al mediodía. Un torrente seco de caudal incontrolable.

Libertad presa. Grilletes de humo y polvo.

Fortaleza y debilidad. Complicada sencillez. Normalidad única.

Lo he asumido. Yo soy eso. Todo. La batalla está servida.

#Narraluz 37

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Estás loco y me encantas. No sé explicarlo mejor… Me gustas porque me sacas de mi misma y me transportas por autovías desconocidas de mi ser, me haces reposar y reír en rincones vírgenes de mi alma… No eres muy guapo pero nunca lo necesitaste conmigo. Tu sentido del humor te hace simplemente maravilloso, especial, único para mi…

Me tienes loca y lo sabes. Me alimentaría sólo con tus besos y sería capaz de vivir en uno de tus abrazos hasta el final de los tiempos. ¡Que me derrito por tus huesos chaval! ¡¡¿Me oyes?!! ¡¡Que te quiero!!

Ven y ámame, amor. Ven y no te marches nunca.

#Narraluz 36

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Me engañaste. Te burlaste de mi. Me hiciste sentir un tonto de una manera cruel. Te aprovechaste de mi y jugaste conmigo.

No es la primera vez que me pasa. No te llevarás el premio de ser la única que me ha toreado. No eres ni tan buena ni tan especial. Soy de fácil engaño, qué le vamos a hacer. Será porque necesito que me quieran, será por la poca estima que me tengo, será porque, en el fondo, hacerme la víctima es la mejor manera que tengo de excusarme…

Pero eso fue ayer. Mañana será un día nuevo y lo dedicaré a quejarme y llorar por la mala suerte que tengo en el amor.

#Narraluz 35

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No entiendo. No entiendo nada. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mi?

¿Cómo se lo digo a Jorge? ¿Cómo reaccionará? No sé si tendré fuerzas…

¿Y los niños? ¿Qué será de ellos? ¿Podremos pagarles la música y la natación?

Tengo que ser fuerte… todo se resolverá… ¡ya verás!…

¿Y mis padres? ¡Mis padres! Se preocuparán…Lo que le faltaba a mi padre, con el año que ha tenido con su corazón…

Menos mal que estás tú… que a ti te lo cuento todo, que me escuchas en silencio… Menos mal que estás tú.

¿Por qué yo? ¡¡¿Por qué a mi?!!

#Narraluz 34

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Una señora gorda que le dice a su niño que salga del agua. Un grupito de quinceañeros demostrando quién se pega el planchazo más grande delante de sus amigas. Un bebé que llora cada vez que el agua le moja los pies. Un señor bajito con bigote clavando una sombrilla «años 60» en la arena. Un pareja que intenta dar más de tres golpes seguidos a las palas, en la orilla. Dos amigas a la brasa que se dan crema de zanahoria la una a la otra, con la parte de arriba del bikini desabrochado, of course. Toallas grandes y pequeñas, de colores, de publicidad, negras con franjas moradas, llenas de palmeras… Una mujer que antes de meterse se refresca la espalda y los brazos y mira con odio a los adolescentes de los planchazos. ¡Eh! Ahí vienen dos tipos mazo cachas paseando sus cuerpazos para que el respetable los mire. Desfile en directo. ¿Y qué me dices de las dos treintañeras en topless que se dejan llevar por las olas, jugueteando, con un cartel ficticio y luminoso en sus cabezas que dice «¿A qué te molo? Ummm»?

Todo un mundo en un pedacito de tierra. Todo un mundo que te estás perdiendo por tomar el sol boca abajo…

#Narraluz 33

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Había sido mi primer botellón y no tenía nada claro lo que había sucedido. La consigna había sido beber, beber hasta cogerse un buen pedo… No había más razones; al menos no para ellos. Yo acababa de llegar y necesitaba amigos. No podía permitirme el lujo de caminar sobrio, y solo, un viernes por la noche.

La soledad no era una opción para un adolescente como yo. Uno vendería su alma al diablo con tal de sentirse querido e importante, con tal de tener una pandilla. De aquella no sabía que podía haber dicho que no y que el mohoso recuerdo de aquella sinrazón en compañía, podía ser hoy, simplemente, un recuerdo…

#Narraluz 32

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– Mamá, ayúdame…

Y postrado de rodillas ante la amorosa mirada de María Auxiliadora, me resquebrajé en mil pedazos y rompí a llorar.