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La olvidada corrección fraterna (Mt 18,15-20)

¿Corrección fraterna? ¿Eso qué es lo que es?

Algo olvidadísimo o, en todo caso, algo que se suele hacer muy mal. Lo más usual es que no se haga ningún tipo de corrección. La vida comunitaria es difícil, ¿para qué vamos a andar diciéndonos lo que no hacemos bien? ¿Qué necesidad hay de pasar por ese trago? Mejor murmurar y poner a parir al hermano… Más fácil es, sin duda. También podemos optar por la corrección no fraterna. Machacar al hermano y decirle lo que no ha hecho bien, con rintintín, atacando, desprestigiando, en público, despreciando…

El Señor nos invita a ser responsables unos de otros. No puede ser de otra manera. Y hay mucho camino por hacer. La educación emocional, la gestión de expectativas, las heridas personales… pueden jugar malas pasadas. Pero ¿qué clase de hermanos somos si no procuramos para el otro lo mejor, si no luchamos por apartarle del mal, si no le ayudamos a seguir al Dios de la Vida?

Menos cursos de espiritualidad y de oración y más de corrección fraterna, porque la comunidad se juega buena parte de su credibilidad en ello.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

El alzheimer del cristiano (Salmo 105)

Qué Salmo el de hoy… Reproduzco alguna frase:

– «… no comprendieron tus maravillas»muertedesierto
– «… pronto olvidaron sus obras»
– «… no se fiaron de sus planes»
– «… tentaron a Dios»
– «… se olvidaron de Dios, su salvador»

Que sensación más escalofriante. ¿Haré yo esto a veces? ¿Me olvido de Dios? ¿Dejo de fiarme de Él cuando llego al desierto? ¿Olvido? Buf, qué mal rollo… Olvidar… Seguro que lo hago cuando llegan los tiempos duros. También como pueblo lo hacemos, como Israel, como familia… Nos quejamos y miramos a Dios con desprecio cuando nos toca la enfermedad, el dolor, el sinsabor, el desconcierto, la aridez. Olvidamos. Olvidamos todas las bendiciones anteriores y dejamos de comprender.

Jesús nos lo puso más fácil. Jesús fue como uno de estos manuales para tontos. «The Kingdom for dummies»… algo así… Ya no fue Israel sino Él mismo el que lo experimentó. Él mismo experimentó el desierto, la tentación, el abandono, la traición, la desesperación, la soledad, el rechazo, la persecución, la cruz… Lleno de pedagogía, Dios nos mostró con el Cristo, con su Hijo, el camino hacia la tierra prometida, la Resurrección. Y en ese camino hay desierto y soledad y dolor y persecución y cruz… y muerte. 

Parece que cuando Israel salió de Egipto se esperaba un camino de rosas, propio del estado de bienestar actual. ¡Bien! ¡Qué majo es el Señor que nos libera y nos promete! No se esperaba un camino largo, duro y, a veces, desconcertante.

Señor, ayúdame a no olvidar, a fiarme, a mantener mis ojos fijos en ti en la calurosa aridez y soledad del desierto.

Un abrazo fraterno

¡Cuidadín con el Espíritu! (Marcos 3, 22-30)

Espiritu-Santo-Island-Mexico-44Es virulenta la reacción de Jesús en el Evangelio de hoy: todo podrá ser perdonado menos la blasfemia contra el Espíritu Santo.

Y esto me da que pensar… El Espíritu… ese gran desconocido. Ese al que nadie reza. Ese que no sale en procesiones. Ese que todo lo mueve y a quien tan pocos se aferran.El Espíritu… que da palabra cuando las mías se han terminado, que sostiene cuando ni fuerzas quedan, que abre puertas cuando el fin había llegado, que sopla y te lleva, te dirige, te protege, te susurra… Ese que elige Papas, el que presenta parejas, el que trae paz y consuelo donde la lágrima reina…

¿Quién se acuerda del Espíritu?

Un abrazo fraterno