Modo Adviento = ON
Hoy es el último día del año litúrgico actual. Mañana, domingo, comenzamos un nuevo tiempo, mi tiempo favorito. Mañana es el primer domingo de Adviento.
Desde que descubrí el Adviento, he de decir que la Navidad es mucho más auténtica, verdadera, plena… La Iglesia, en su sabiduría, no establece un tiempo de preparación porque sí. Es necesario. Es necesario disponer el corazón, templar las energías, recoger las emociones, silenciar todo aquello que nos separa y nos distrae de lo verdaderamente importante. Por eso, suelo buscar alguna lectura que me ayude a meditar estos días, dedicar más tiempo a la oración y transmitir a los niños para qué sirve todo esto…
Familiarmente, el Adviento nos trae la tradicional Corona. Esas cuatro velas que simbolizan un camino, un viaje, una luz que se acerca, que se va haciendo presente. Los niños la preparan con cariño con nosotros y durante estos días será lugar donde rezar, cantar o, simplemente, observar. La Corona es un signo externo que ayuda a que todos esperemos, anhelemos, deseemos… a que todos vivamos con naturalidad que hay Alguien que trasciende nuestros sentidos pero del que estamos seguros de su presencia.
Os deseamos a todos un fructífero Adviento a todos.
Un abrazo fraterno