El cumpleaños de la rosa
La miro y está igual de guapa que siempre.
– ¿Por qué después de tanto tiempo sigues siendo la más bella? – le pregunto.
– Porque soy amada. Cuando te aman y te abandonas al amor, todo cobra un brillo especial. Envejeces sabiendo que más allá de tus ojos hay otros que te embellecen cada vez que te miran.
Mi rostro se viste, condescendiente, de admiración. Tantos años juntos nos habían convertido en imprescindibles el uno para el otro. La beso en silencio y sin palabras, con apasionada ternura.
Ella cumple años sabiendo que el tiempo que se va engrandece la historia que nos sostiene…