¿Por qué nos ha venido encima todo esto? (Jc 6,11-24a)
Hcae poco tenía con mi madre una conversación acerca de si era lícito quejarse a Dios y decirle lo injustas que eran muchas situaciones. Mi madre sostenía que no se podía clamar a Dios de esa manera, pidiéndole cuentas por tantas y tantas injusticias; no se le dice eso a Dios. Yo le expresaba que, desde el amor que le tengo, en confianza, hay momentos en que es legítimo elevar una queja al Padre cuando las situaciones son tan… dramáticas, tan… desalentadoras para muchas personas.
En la palabra del AT de hoy vemos una conversación plena de confianza. Y hay un POR QUÉ. Porque no entiende. Porque no ve. Porque no acepta. Porque no comprende. Porque no le cuadra… por lo que sea. Pero estoy seguro que Dios también entiende nuestras quejas. Y sae responderlas.
Un abrazo fraterno