Ser pequeño (Mc 10,32-45)
Esto va de ser pequeño.
«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor;
y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan,
sino para servir y dar su vida en rescate por todos.
Es el milagro de la pequeñez. La fuerza poderosa del que prefiere ponerse al servicio que ser importante.
Ser pequeño no es ser mediocre.
Ser pequeño no es ser inculto.
Ser pequeño no es ser conformista.
Ser pequeño no es ser débil.
Ser pequeño no es ser tonto.
Ser pequeño no es ser irresponsable.
Ser pequeño no es ser ingenuo.
Ser pequeño no es ser esclavo.
La pequeñez de Jesús radica en la grandeza del que, haciendo la voluntad de Dios, se despoja de todo y decide libremente gastar su vida en beneficio del prójimo.
La salvación del mundo sigue siendo de los pequeños, de aquellos que con sus heroicos actos de amor salvan a la humanidad cada día sin ser conocidos por nadie. En ellos radica el secreto de que esto siga adelante.
Un abrazo fraterno – @scasanovam