Entradas

Vio y creyó (Jn 20,2-8)

Si nuestra mirada responde a los estímulos de la fe, será capaz de ver cosas que nadie ve, saber cosas que nadie sabe, ver a Dios aún cuando no es obligatorio hacerlo.

¿Reconocemos a Dios vivo entre nosotros, naciendo en la pobreza, muriendo en la misma de nuevo? ¿Lo reconocemos?

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Los milagros del día a día (Mt 11,20-24)

Leo en el fragmento de Isaías de hoy: «Si no creéis, no subsistiréis» y luego leo el Evangelio, con un Jesús intentando explicar por qué en algunos sitios se percibe el milagro y el milagro les lleva a la conversión y por qué en otros no hay conversión porque no se percibe el milagro. Jesús, desde luego, no hacía un sorteo al estilo FIFA para ver en qué lugares hacía milagros y en cuáles no. Él simplemente iba, estaba, acompañaba, predicaba, quería, curaba… y las circunstancias cambiaban a su alrededor.

La fe es un presupuesto para los milagros. El que no quiere ver, no ve. El que no quiere oír, no oye. Jesús no es un mago que viene, hace cinco truquitos y se va. Para eso ya tenemos al Mago pop o a Harry Potter. Esto no se trata de truquitos que nos forzarían a creer sin más remedio. Se trata de agudizar los sentidos y el corazón y de ser capaces de comprobar que allí donde Jesús está en medio, se genera una corriente que transforma la realidad.

Los milagros suceden día a día a nuestro alrededor. Compruebo como cuando me levanto y pongo mi día en manos de Jesús, las cosas parecen salirme mejor. Compruebo como cuando en las familias alguien pone a Jesús en medio, las situaciones enquistadas se deshacen. Compruebo como cuando uno es capaz de pedir perdón y de perdonar, se abre una puerta cerrada hasta entonces. Compruebo como cuando uno confía en el Señor y apuesta su vida, no cae en el abismo. Compruebo como cuando la enfermedad acecha, con Jesús en medio, la paz y la serenidad son capaces de guiar a los enfermos en sus familias. Compruebo como cuando miro a la naturaleza y me dejo sorprender por el sol, por el mar, por las estrellas, por el viento, por los animales… me siento parte de un todo que nos ha sido regalado y llego a sentirme pleno aunque sea por unos instantes.

Vete al baño. Lávate la cara. Reza un poco. Pide ver. Pide oír. Y celebra los milagros que suceden a tu alrededor. Y que ellos te lleven a transformar tu vida.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Está embotado el corazón de este pueblo (Mt 13,10-17)

Miramos sin ver, oímos sin escuchar, el corazón se ha endurecido… Es muy duro. Lo que dice Jesús es muy duro y muy actual. Yo cambiaría un poquito la frase: miramos sin querer ver, oímos sin querer escuchar y, aunque no nos gusta demasiado, preferimos tener un corazón endurecido que nos proteja del peligro de amar de verdad.escucha1

Es algo que a mi me corroe y a lo que no estoy dispuesto y lucho para que no sea así en mi vida. Yo quiero VER, ESCUCHAR y AMAR. Quiero que me duela la injusticia, quiero ver la verdad y la necesidad, quiero escuchar el clamor del necesitado y la palabra del Padre. Quiero llorar cuando me muera de pena y rabia, abrazar cuando sienta que mi abrazo es medicina, dejarme llevar por lo que me pida el corazón sin calcular demasiados riesgos…

No estoy dispuesto a formar parte de este pueblo embotado…

Un abrazo fraterno

Que la gente sólo vea en nosotros… (1Co 4, 1-5)

¿Qué ve la gente en mi? ¿Me debe importar? ¿Debo tenerlo en cuenta?

Creo que sí. Que me debe importar. Y me importa. Y lo tengo en cuenta. Es verdad que cada opinión, como tal, es subjetiva pero mucho de lo que la gente ve será porque es lo que yo muestro. Y ahora mismo estoy en pleno proceso de reforma ya que muchas veces hay una discordancia entre lo que la gente ve y lo que yo quiero mostrar; entre lo que yo muestro realmente y lo que realmente quiero mostrar. Y es muy frustrante.

Por otro lado, y a otro nivel, debería ser reflejo del amor de Dios. Y eso intento. Que la gente vea en mi a Dios, a un Dios cercano, compasivo, atento, fiel, sensible y respetuoso. Muchas veces no lo consigo pero eso… es parte del juego.

Un abrazo fraterno