Él es mi auxilio y mi escudo (Sal 32)
En la línea de mis sentimientos de estos días recibo hoy con gozo el salmo 32. Ese final lleno de confianza en el Padre y en sus proyectos me anima a buscar la verdad de mi vida y a no tener miedo de apostar por aquello qu discierna «de Dios para mi». Sé que toda mi fuerza radica en Él y que mi vida está en sus manos. No porque Él la manoje a su antojo sino porque la sostiene en las consecuencias de mi libertad.
Estamos ya en la semana de Navidad y la espero con ganas. El domingo ya está en el horizonte. Tengo ganas de ir a Coruña con los míos.
Un abrazo fraterno