Tengo siempre presente al Señor (Sal 15)

Muchas veces he tenido «sana envidia» de esas personas capaces de ser fieles a su rato de oración diaria. Esos 5-10 minutos, con la Biblia entre manos, para hablar con Dios o meditar sobre la propia vida. A mi eso siempre me ha costado mucho: no orar sino hacerlo todos los días de manera sistemática.

El salmo de hoy apunta algo con lo que, sin embargo, me siento tremendamente identificado: tener presente al señor en todo momento. Tal vez no consigo tener ese rato de meditación todos los días pero sí es verdad que desde que me levanto hasta que me acuesto siempre hay momentos de «echar los ojos al cielo», bien sea para dar gracias, para pedir, para alabar, para presentarme ante Dios simplemente… El sol que tanto me llena, la vida que da la lluvia, el olor de la hierba mojada, mi rato de catequesis, los avances de mi hijo, el amor de mi mujer, las decisiones a tomar cada día intentando poner a Dios en medio siempre…

Creo que es otra manera de orar. Juan Bosco decía que su rato de oración era estar en el patio con los niños… Pues eso.

Un abrazo fraterno