Teniendo a Dios en medio, no vacila (Sal 45)
Cuando Dios está en medio, no hay que dudar. Eso lo vivo cada día con mi comunidad. Precisamente por eso nuestro esfuerzo mayor es no perder de vista que es Dios quien tiene que estar en medio. Ni nuestras ideas, ni nuestras teorías, ni nuestras apetencias… Siempre oración. Siempre en oración. No sirven las filosofías, ni las charlas dogmáticas o moralistas. No sirven nuestros planes. Sólo Dios en medio.
Cuando aseguramos esto viene la segunda parte: No vacilar. No racionalizar. No medir. No analizar riesgos. Jugársela sabiendo que es Dios quien me empuja.
Un abrazo fraterno
¿Y cómo evitar la racionalización? a mi me resulta díficil…
Pero confío, sigo confiando y eso me llena.
Besos por doquier.