Tocar el cielo (Mt 17,1-9)
La transfiguración antes de la Pasión. Porque era necesario contemplar el cielo antes de pasar por la más terrible prueba de dolor y sufrimiento que se podían imaginar.
Jesús nos permite ya tocar un poquito el cielo aquí en la tierra, contemplar toda su grandeza y sentir el aroma de la felicidad más grande. Nos lo permite. Es como un trailer, como un adelanto de lo que nos encontraremos a su lado. Y eso nos debe animar y sostener en este «valle de lágrimas». La victoria es segura, aún cuando la oscuridad a veces se torne insoportable.
Ojalá sepamos mirar, sepamos escuchar y sepamos experimentar la fuerza de Dios en nuestras vidas. No para quedarnos a gusto sino para preparar al corazón y educarlo en los anhelos más maravillosos y dignos.
Un abrazo fraterno – @scasanovam
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