Una historia de Adviento: Capítulo 8
Carlos hoy siente que vuelve a fallar otra vez y la culpabilidad, tan enquistada, oscurece su caminar. Paso en falso de nuevo. Paso atrás. Eso piensa él.
También esto es Adviento. «Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día» dice la Escritura pero esto lo entendemos con dificultad. A Carlos también le cuesta. Él pensaba que ya no había marcha atrás pero la vida le demuestra que preparar el camino al señor parte el espinazo. Que uno tiene que agacharse muchas veces a retiras piedras y a alisar la arena y la tierra. Y ahí, las fuerzas también flaquean.
Hoy Carlos se acuesta nada más llegar a casa. No le apetece hablar, ni leer ni pensar. Ni tan siquiera quiere escuchar a Shostakovich. La vida trae variables continuamente mientras uno se esfuerza en transformar el mundo en una constelación de constantes. Hoy no hay mucho que contar fuera de la montaña de preocupaciones desestabilizadoras. Mañana será otro día…
Continuará…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!