Vio a Simón y a su hermano Andrés (Mc 1, 14-20)
Leyendo el Evangelio de hoy se me suscita una pregunta clara: ¿Qué habrá visto Jesús en aquellos pescadores concretos para llamarles e invitarles a seguirle y a ser sus amigos más cercanos? ¿Eran los únicos que estaban por allí aquel día? ¿Casualidad? ¿Sabía ya Jesús cómo eran por dentro e iba a tiro fijo?
El escenario es, sin duda, curioso. Jesús no fue a la sinagoga a elegir y ni siquiera «sacó una oferta de trabajo» para ocupar el puesto de apóstol. Jesús estaba paseando cerca del lago y algo debió ver y percibir en la manera de trabajar de aquellos hombres que le llamó la atención, le infundió confianza y le gustó. ¿Qué sería?
Eso me pregunto hoy pensando si yo también llamaría la atención de Jesús si me ve trabajando…
Un abrazo fraterno
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