Vuelve al Señor (Eclesiástico 17,20-28)
Saber que uno puede volver da libertad, seguridad, autoestima, capacidad para elegir y tomar decisiones y fuerza para vencer los miedos. Saber que siempre habrá un padre que corra a mi encuentro si un día decido volver a casa hastiado de lo visto y de lo hecho… eso es mucho, mucho…
Cuando uno se va de viaje, como yo lo estoy ahora, lo sabe bien. VOLVER sabiendo que alguien te está esperando y que en cierta medida es un recomenzar es importante.
Cuantas personas hay que no sienten que puedan volver a Dios. Por unas razones o por otras se han separado de la Iglesia o han llevado su vida a espaldas del Padre. Alguien debe decirles que pueden volver. Que se les espera. Que se les acoje. Que hay alegría por su vuelta y que se prepara una fiesta con el mejor cordero o cabrito… De verdad… Hay que gritar esto. El perdón, la paciencia, la compresión de Dios son infinitas… SI QUEREMOS volver.
Un abrazo fraterno
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