Vuestra fe, vuestro amor
Las palabras de Pablo a la comunidad de Tesalónica nos dan una pista magnífica para todos aquellos que vivimos en comunidad, que aspiramos a crear una Fraternidad fuerte y vigorosa.
«Vuestra fe crece… y vuestro amor…» les dice Pablo. Dos pilares nucleares sin los cuales nada funciona, sin los cuales la comunidad está huérfana de su centro. La fe y el amor. Pero el matiz de Pablo es tremendamente importante: Pablo no ensalza que la comunidad de los tesalonicenses tenga fe y amor… ¡sino que su fe y su amor CRECEN! La fe y el amor, en una comunidad viva, son seres vivos que deben crecer.
A veces las comunidades, las instituciones, los grupos… nos estancamos. Perdemos ese aroma libre y radical del Evangelio. Tal vez sea por ésto. Tal vez algún día tuvimos fe y tuvimos amor. Tal vez sigamos teniéndolos… Tal vez, seguramente, se hayan quedado chatos en el paso de los años.
Un abrazo fraterno
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